Cuando se trata de pararnos a escucharnos a nosotras mismas, existen toda una serie de obstáculos que pueden convertirlo en un verdadero desafío. Pero si sabes a qué te enfrentas, es más fácil combatirlo ¿verdad?
Presta atención porque vas a descubrir los 8 motivos por los que te resulta difícil escucharte. Te invito a que entiendas que no hay nada de malo en ti por ello.
Son tantos los factores que pueden obstaculizar la propia escucha que no sería raro que al menos alguno de ellos te suene de algo.
8 Obstáculos en nuestra escucha interna:
- La tendencia de nuestro entorno a imponernos lo que está bien o lo que está mal según su propio criterio; esto, que cuando somos niñas es necesario para guiarnos, protegernos y ayudarnos a desarrollar un concepto de moralidad, bloquea nuestro proceso de desarrollo personal a medida que vamos creciendo. Lo delicado de este asunto es que muchas veces son mensajes que proceden de personas que nos quieren y por eso nos afecta más, pero recuerda: su criterio y el tuyo no tienen por qué coincidir. Vives tu vida, no vidas ajenas.
- Sobre-empatía hacia los demás: esto es, cuando nos diluimos en el trato con los demás. A menudo tenemos nuestra propia voz interna pero hay otras voces del exterior que nos reclaman y nos distraen.
- Nuestra sociedad es patriarcal y esto limita el desarrollo humano pleno de hombres y mujeres, su autoestima y formas de relacionarse. En concreto, existe una presión sobre las mujeres de “ser para los demás” , que nos empuja a cubrir las necesidades ajenas como vía principal para sentir bienestar. Somos expertas en detectar lo que otras personas necesitan, pero esto hace que nuestras propias necesidades se conviertan en grandes desconocidas. Está mal visto centrarse en una misma: cualquier asomo de independencia es sospecha de egoísmo.
- Lo habitual es hablar mucho y escuchar regular, tanto en las relaciones sociales como en nuestra relación con nosotras mismas. Y es que en nuestra cultura parece que es más importante el hacer que el ser. Actuar se premia más que el reflexionar, imaginar, soñar, etc.
- Ritmo de vida actual. Sobre todo si vives en una ciudad, ¿quién tiene tiempo para parar? Y para escuchar, sí, hay que parar de vez en cuando.
- Hemos recibido poca educación emocional. En la autoconciencia o escucha interior, ponemos el foco en estados internos muy variados, pero las emociones son nuestra guía.
- Tendencia a pensar que hay emociones malas, como la tristeza y otras buenas, como la alegría. La realidad es que todas son útiles aunque algunas veces resulten desagradables.
- A veces, por temor a lo que vayamos a descubrir ni siquiera optamos por hacer introspección (te doy claves sobre la introspección aquí): estar informadas nos hace responsables de un potencial cambio. A veces esto nos empuja a tomar decisiones complicadas; o nos lleva a descubrir cómo somos, incluyendo cuáles son nuestras debilidades y no estamos seguras de querer saberlo. Claro, ¡no es agradable! Pero siempre es revelador y nos ayuda a crecer como personas.
Cuando somos conscientes de nosotras mismas, podemos pasar a la acción para llevar la vida que queremos vivir. ¿No crees que por este objetivo merece la pena luchar contra los elementos si hace falta?
Y tú, ¿con cuál de estos obstáculos con tu escucha interior te sueles ver las caras?
Para profundizar en tus propios obstáculos y encontrar las claves para superarlos: DESCARGA AQUI MI EBOOK GRATUITO Claves para Escucharte a ti misma
Si a ti también te cuesta salvar esta carrera, te espero entre mis talleres.
¡Un abrazo!