La autoestima de las mujeres:
La autoestima es la valoración que hacemos sobre nosotras mismas: sobre nuestra forma de ser, nuestra inteligencia, nuestra forma de relacionarnos…
No nacemos con ella, se desarrolla con el tiempo.
En la construcción de nuestra autoestima influyen muchos factores, pero se sabe que la educación que recibimos tiene un gran peso: así, hemos aprendido en un mundo machista que las mujeres estamos por debajo en la escala social, por lo que NO ES DE EXTRAÑAR que la autoestima de las mujeres sea de media y en casi cualquier cultura, menor que la de los hombres*
Sí, existe una brecha de género en la autoestima entre hombres y mujeres.
Desarrollamos lo que se conoce como discriminación interiorizada: aunque no queramos, aunque no nos demos cuenta, interiorizamos esa idea de ser menos. Menos capaces, menos ingeniosas, menos inteligentes, menos interesantes, etc.
Tendemos a tener una autoestima más baja, especialmente en el plano de la autoestima corporal (si las miradas matasen, el espejo sería más letal que el retrato de Dorian Gray), ¡pero no solamente!
Podemos sentirnos inferiores o poco válidas en cuestiones muy variadas, depende de cada mujer, de su historia de aprendizaje, de sus experiencias…
Ahora bien, una cosa es clara: aquello en lo que sintamos más inseguridad será en lo que nos comparemos con otras personas ¡no falla!
Y el problema no es la comparación en sí: es humano compararse porque es humano querer en-ca-jar. Así es, la tendencia de nuestra mente a compararnos con nuestro grupo de referencia la llevamos en los genes. Encajar sigue siendo un buen predictor de supervivencia.
El problema es que si nuestra autoestima está bajita de entrada… nos compararemos de manera que siempre salgamos perdiendo nosotras.
Te pongo un ejemplo (real y personal): Yo he arrastrado durante bastante tiempo cierto complejo de no ser graciosa o divertida. Me auto-etiquetaba como la sosa.
¿Y qué hacía en épocas en que mi autoestima estaba baja?
No me comparaba en otras cuestiones, me comparaba en ESO.
Y además no me comparaba con cualquiera: me comparaba con las chicas más divertidas del grupo, con aquellas que perfectamente podrían haberse subido a un escenario a ganarse la vida al más puro estilo Señora Maisel (una serie estupenda):
Además, una vez tienes el hábito de compararte en algo en particular entra en juego lo que en psicología llamamos sesgo atencional: sin darnos cuenta, solo vemos aquello que deseamos/envidiamos, pero nada más. Por ejemplo, si deseas tener un vientre plano, SOLO verás vientres planos a tu alrededor.
Entender esto es primordial.
¿Cómo saber si tengo una autoestima baja?
Sabremos que nuestra autoestima es mejorable si hay una tendencia a:
-La autocrítica y el perfeccionismo
-La crítica hacia las demás personas
-Hipersensibilidad ante las críticas, que solemos tomar a pecho y nos ofenden con frecuencia, a menudo de forma desproporcionada
-Miedo a errar, lo que puede desembocar en bloqueos y en la parálisis por análisis (posponemos las decisiones que tenemos o pedimos que las tomen por nosotras)
-Además, generalmente hay mucho miedo al rechazo por lo que le cuesta decir “no”, dar una opinión contraria… ya que estamos en busca de la aceptación fuera de nosotras.
Claves para empezar a mejorar la autoestima:
Los hábitos que más dañan tu autoestima son los siguientes. Trata de identificarlos para ponerles freno:
La negación de los propios deseos o necesidades:
Supone decirse cosas como “no me importa”, “paso”… ante cosas o situaciones que en el fondo sí son importantes para nosotras.
Es una forma de inhibirse para evitar enfrentar la ansiedad de resolver un conflicto, o de hacer valer nuestros derechos.
A corto plazo nos alivia, porque es la salida “fácil”. Pero a largo plazo, nos vuelve aún más inseguras y es muy frustrante darte cuenta de todas las oportunidades que se pierden por el camino. Un universo de posibilidades que como mujeres ya de por sí percibimos como más reducido, precisamente por esa falta de confianza en una misma, a su vez.
Las exigencias:
Estas creencias se pueden dirigir a otras personas: “mi amiga X debería ser más cariñosa conmigo”, lo cual nos lleva a ser hostiles socialmente; o hacia ti misma “yo debería haber sacado mejor nota en ese examen”, lo cual hace que nos flagelemos y nos castiguemos duramente por ello.
En la vida, salvo si trata de los cimientos de tu casa, lo mejor es huir de la rigidez.
El catastrofismo:
Este tipo de creencia suele empezar por el temido “¿y si…?” que todas conocemos. Es la tendencia a exagerar la probabilidad de que ocurra algo malo, la gravedad de sus consecuencias y de infravalorar nuestra capacidad para hacerle frente.
¿Y qué más puedo hacer desde HOY?
Para empezar, deja de ponerte condiciones para quererte.
Esto que por desgracia es bastante habitual: cuando me tonifique un poco, me querré más. Cuando apruebe esa oposición, me querré más…
¿Por qué? Porque ni el amor que recibes ni (especialmente) tu amor propio puede depender de lo que consigas o no, de tus metas o de tu comportamiento. Igual que no puede depender de las opiniones o comentarios ajenos.
También se trata de analizar qué cosas, personas, situaciones… te están robando seguridad en ti misma a día de hoy. Si está bajo tu control, alejarte o eliminarlo de tu vida ¡no lo dudes!
¿Quieres mejorar tu autoestima pero no sabes por dónde empezar?
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2 comentarios en “Cómo puedo mejorar mi autoestima”
Que buena reflexión sobre este tema del que se habla mucho sin conocerse las claves!
Una enseñanza rápida y amplia, dan ganas de profundizar a partir de ahí en el autoconocimiento. Gracias, Isabel !
Me alegro de corazón que te haya parecido útil y aplicable.
¡Cada pequeño paso cuenta!
Un abrazo,
Isabel