Como psicóloga y mujer, trato de ser realista: sé que no existe una receta mágica para sentirnos mejor.
Sé que no hay una fórmula secreta.
Mejorar la relación que tenemos con nosotras mismas no es algo que vaya a suceder de un día para otro.
Se trata de un proceso. Nos toca currárnoslo.
Pero también sé que hay algunas cosas que funcionan: claves, ideas, pequeños gestos del día a día que juntos se van convirtiendo en una nueva forma de estar en el mundo y de tratarnos. De cuidarnos.
Herramientas para fortalecer tu autoestima:
Si todavía no tienes muy claro qué es eso de la autoestima y cómo mejorarla, te dejo este post en que te cuento más. Si tienes curiosidad por entender qué tiene que ver el feminismo en todo esto, te invito a empezar por aquí.
Verás, todas las herramientas que hoy propongo parten de la misma base: son actos de rebelión contra las presiones a las que nos somete la sociedad patriarcal.
¿Suena incendiario? ¡Lo es!
También es tremendamente liberador.
A continuación voy a exponerte varias presiones socioculturales que, en mi opinión, nos dañan y nos hacen la vida más complicada a las mujeres.
Por cada una de esas presiones, trataré de exponer herramientas clave para ir aflojando o aliviando esas presiones.
PRESIÓN por ser complaciente
Quizá a esta presión la conozcas ya: a menudo a las mujeres se nos inculca y se nos aplaude el que les hagamos la vida más placentera a otras personas: es la ley del agrado.
Yo suelo explicarlo con la metáfora siguiente: a las mujeres se nos educa para ser como las polillas, que revolotean alrededor de las luces ajenas, tratando de mediar, de suavizar, de cubrir necesidades, de hacer sentir a todo el mundo feliz y contento… en lugar de como las luciérnagas, que llevan dentro su propia luz y se comunican desde ella: el foco está en ellas.
No se trata de que te dé igual todo el mundo: no podrías a menos que tuvieras una psicopatía (ufff).
HERRAMIENTAS CLAVE: romper con el miedo a ser egoístas, con el miedo a la incomodidad y el conflicto y en un nivel más profundo, al rechazo.
PRESIÓN por ser wonderwoman
Tratar de llegar a todo a menudo nos agota y nos enferma.
Interiorizamos esa presión de ser la mejor: la mejor hija, la mejor amiga, la mejor pareja, la mejor compañera de trabajo, la mejor madre….
La cuestión no es que dejemos de intentar ser buenas personas… la cuestión es ¿está mi autoestima donde tiene que estar? ¿estoy siendo realista? ¿estoy siendo congruente con mis valores? ¿estoy teniendo claras mis prioridades?
Si mi autoestima no está fuerte y un día no le devuelvo la llamada a esa amiga, me sentiré tremendamente culpable porque qué mala amiga soy.
¿ves por dónde voy?
HERRAMIENTAS CLAVE: romper con la interpretación rígida éxito/fracaso y plantearnos metas realistas, reivindicando nuestra humanidad. No somos perfectas y ¡menos mal!
PRESIÓN por no destacar demasiado
Esta presión es algo contradictoria con respecto a la anterior ¿ser la mejor y la más estupenda, pero no destacar?
Así es.
Qué delicado equilibrio ¿verdad?
He conocido a cantidad de mujeres en consulta que no soportan ser el centro de atención, que sufren por su timidez.
A veces esto tiene que ver con que sobreempatizamos con otras personas y tememos que si nos va bien, otros se sientan mal. También podemos haber desarrollado una sensibilidad demasiado alta hacia la opinión ajena o hacia las críticas.
Existe el miedo al éxito y el miedo a brillar, sí.
HERRAMIENTAS CLAVE: rodearnos de mujeres exitosas, entender que nuestro potencial es mayor del que creemos, entender cuál es nuestra propia definición de éxito.
PRESIÓN por ser la más bella, espejito, espejito
Esta presión nos mantiene en modo supervivencia, generando las más duras críticas hacia nosotras en relación con nuestra apariencia, nuestro cuerpo, peso, formas o nuestra indumentaria.
A veces la vida parece una competición por llegar a ser la más atractiva para los hombres. ¿Te has fijado en lo que pasa cuando entras en una sala llena de hombres y mujeres?
Solemos analizar la escena, a veces con gran ansiedad, para ubicar a las otras chicas en una escala de belleza (canon de belleza estándar, claro) en la que no solemos salir bien paradas.
HERRAMIENTAS CLAVE: romper con la cultura de la dieta, con los mitos de amor romántico (que nos mantienen esclavas de la idea de que hemos de ser la más bella para ser elegida por ellos)
Esta presión además, lleva implícita la competición femenina por la mirada masculina: te suena, ¿verdad que sí?
PRESIÓN por competir entre nosotras
Esa carrera de fondo por la que las otras nos parecen una amenaza constante, alguien a quien temer y envidiar. Y todo porque podría quedarse con nuestras parejas. Esto nos mantiene distraídas tratando de tirarnos abajo unas a otras, como si fuera una fea partida de ajedrez. Queremos ser LA elegida.
HERRAMIENTAS CLAVE: sororidad, redes de afecto
Observar a la otra como posible aliada, una persona a la que respetar e incluso, por qué no, admirar.
¿Se te quedan cortas estas herramientas? ¿Te gustaría conocer muchas más y ponerlas en práctica a tu ritmo y por tu cuenta? Entonces te encantará mi cuaderno de trabajo sobre autoestima.
Si crees que necesitas un trabajo más profundo y una guía que te acompañe, te propongo una valoración gratuita inicial conmigo. Puedes saber más sobre mis sesiones de psicoterapia online y pedir información aquí.