Psicología de mujer a mujer
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Psicología de mujer a mujer
Las mujeres, a pesar de ser únicas, compartimos experiencias comunes por el simple hecho de ser mujer. ¿Tú también lo crees?
A lo largo de los siglos, las mujeres hemos creado lazos sociales y comunidad y nuestro fuerte suele ser expresarnos y hablar de lo que nos pasa. Pero ¿por qué casi nunca hablamos de lo que nos pasa por ser mujeres?
Tras muchos años trabajando como psicóloga con mujeres he llegado a una conclusión: a las mujeres nos cuesta escucharnos y priorizarnos.
Se nos educa para ser expertas en lo que yo llamo “el Síndrome de la polilla”: esa dañina tendencia a revolotear alrededor de otras personas.
Nos volvemos especialistas en detectar las necesidades ajenas para cubrirlas.
Nos sentimos responsables de mantener el equilibrio en nuestras relaciones personales.
Pero ¿qué pasa con tus propias necesidades? ¿qué pasa con nuestro equilibrio? ¿quién se responsabiliza de ello?
A través del viaje interior, te invito a poner el foco en detectar qué necesidades tienes tú. A colocarte en el centro, sin culpa, sin conflicto interior, porque es el lugar al que perteneces.
Estoy aquí para darte la mano en tu viaje interior.
Sientes que tu autoestima es “mejorable”.
Te cuesta ponerte en valor, expresar un NO, o defender tu criterio.
Sientes que tienes que tienes que llegar a todo.
Te sientes desgastada por cuidar de los demás
Tu relación de pareja no te satisface
Estás viviendo una ruptura de pareja dolorosa
No tienes claro quién eres, cuál es tu esencia
No te gusta tu imagen corporal
Tienes problemas para conciliar tu vida profesional y personal.
Has vivido o vives situaciones de violencia hacia ti, en el trabajo o en casa.
¡Bienvenida, estás en el lugar indicado!
Hace dos años me mudé a Madrid, donde conocí a Isabel en el gabinete de psicología de la universidad donde empecé a estudiar. Tuve que ponerme a trabajar al mismo tiempo. No podía más cuando llegué a ella. Fallaba en los estudios, fallaba en el trabajo, eso no era vida. Me enseñó de qué forma me estaba auto-exigiendo demasiado a mí misma y me ayudó a ser realista y a organizarme mejor para mejorar mi estado de ánimo. ¡Gracias!
Isabel es una excelente profesional, respetuosa, atenta y muy cercana. La recomiendo sin lugar a dudas.
Trabajé con Isabel cuando tenía 18 años. Acababa de empezar en la Universidad, viviendo por primera vez lejos de mi familia. Siempre había sido “la niña perfecta” y no me daba cuenta de la presión que eso podía llegar a ser. Llegué en un estado de dependencia familiar y ansiedad enormes. Con su cercanía y capacidad para ponerse en mi piel y en la de mis padres, me ayudó a reconstruir mis lazos familiares de forma más sana; al cabo de unas semanas, mi madre me dijo que me había visto transformarme en una persona más autónoma y feliz.