¿Qué es la Psicología Feminista?
La psicología feminista es un enfoque dentro de la psicología que busca comprender y transformar las experiencias humanas desde una perspectiva de igualdad de género y justicia social.
Este enfoque es diferente principalmente porque reconoce que el contexto social, cultural y político influye profundamente en nuestra salud mental como personas, especialmente a las mujeres (aunque no son las únicas beneficiadas de este enfoque).
A continuación te cuento un poco más al detalle qué es la psicología feminista, sus principios, su impacto en la sociedad y sus aplicaciones prácticas en el entorno de la psicoterapia.
Definición de psicología feminista
La psicología feminista se basa en la idea de que el género es un factor determinante en la vida de las personas y afecta su bienestar psicológico.
Como en tantas otras disciplinas y prácticas, la psicología ha sido tradicionalmente androcentrista, es decir, ha tenido en cuenta a los hombres (generalmente caucásicos y de clase media) como objeto de estudio, dejando a las mujeres fuera. Además, ha tendido a tener un punto de vista mucho más simplista e individualista, ignorando por completo que las personas vivimos en sistemas y entornos que nos afectan.
Esta corriente busca analizar cómo los sistemas de poder y desigualdad influyen en la salud mental y promueve intervenciones que generen cambios personales y sociales.
Uno de los pilares de la psicología feminista es su compromiso con la inclusión y la equidad. Esto implica considerar factores como la identidad de género, pero también la orientación sexual, la raza, la clase social y la capacidad física en el análisis de los problemas psicológicos.
Principios fundamentales de la psicología feminista
Los principios que guían la psicología feminista incluyen:
- Perspectiva crítica: analiza cómo las estructuras de poder afectan la experiencia personal, especialmente en el seno de las relaciones más íntimas, como las de pareja o familiares. A la vez, también busca generar espacios donde cuestionar la jerarquización de las relaciones humanas, ofreciendo un mayor protagonismo a las relaciones entre amigas, por ejemplo.
- Desafío a los roles tradicionales: cuestiona normas o mandatos y estereotipos de género que nos oprimen y afectan a nuestra autoestima y calidad de vida.
- Interseccionalidad: considera múltiples factores como raza, clase y orientación sexual de las personas que acuden a terapia.
- Compromiso con la justicia social: busca transformar las desigualdades estructurales, de dentro hacia afuera, aun teniendo claro que la terapia llega hasta donde llega.
El impacto de la psicología feminista en la sociedad patriarcal
La psicología feminista no solo busca cambios a nivel individual, sino también a nivel social.
Si bien, como decía, existen limitaciones: no podemos pretender cambiar el mundo solas, ni es nuestra misión. Por otro lado, existen muchos problemas estructurales que a menos que cambien (y son problemas muy complejos) seguirán mermando nuestra salud mental. Es el caso por ejemplo de la precariedad y del problema del acceso a la vivienda digna.
De hecho, la psicología feminista lucha contra esta tendencia a ignorar el impacto de las estructuras en nuestras vidas.
Rompiendo estigmas de género
Uno de los principales logros de la psicología feminista es su contribución a la ruptura de estigmas relacionados con el género. Por ejemplo, ha cuestionado y desafiado conceptos como la «fragilidad emocional» atribuida a las mujeres o la idea de que los hombres deben reprimir sus emociones para ser considerados fuertes.
También ha trabajado para desestigmatizar experiencias como la violencia de género, la salud sexual y reproductiva, y los trastornos emocionales relacionados con el estrés y la discriminación. Al hacerlo, la psicología feminista promueve una sociedad más justa y comprensiva.
Todo ello conlleva una desculpabilización importante entre las mujeres, que a menudo piensan que el problema lo tienen ellas, que “exageran”, no “están a la altura”, “no saben gestionarse…”, etc.
Avances en la educación y la investigación
La psicología feminista ha influido en el desarrollo de teorías y prácticas educativas que fomentan la igualdad. En el ámbito académico, ha impulsado investigaciones que reconocen la importancia de los factores socioculturales en la salud mental y el bienestar.

La práctica de la psicología feminista, la psicoterapia feminista
¿Y cómo se aplica la psicología feminista en la práctica de la terapia?
La aplicación se basa en intervenciones que consideran el contexto social y cultural de la persona. Esto implica un enfoque colaborativo en el que se trabaja en equipo y se pone mucho el foco en la autonomía de cada mujer a la que se acompaña.
Estrategias terapéuticas innovadoras
Las terapias pueden ser individuales, de pareja o de grupo, incluso existen las terapias para amigas. Entre las estrategias más destacadas están:
- Narrativas transformadoras: para permitir que las personas reescriban sus historias personales desde una perspectiva empoderadora.
- Trabajo con grupos de apoyo: para fortalecer redes de solidaridad y comprensión mutua (ejemplo: grupos de mujeres).
- Educación psicosocial: fomentar el conocimiento sobre derechos y bienestar personal.
Beneficios de la psicoterapia feminista para la salud mental
La psicoterapia feminista ofrece múltiples beneficios para la salud mental para las mujeres, entre los que destacan:
- Un proceso más eficaz y sensible: las mujeres tenemos necesidades únicas, por lo que es importante un enfoque sensible al género, lo que nos proporciona además un espacio más seguro.
- Reducción de la ansiedad y la depresión: al explorar y validar experiencias de discriminación y opresión y trabajar en estrategias para enfrentarlas.
- Reducción de sintomatología traumática: el patriarcado perpetúa la violencia de género.
- Mayor autoestima y autoeficacia: al promover el autoconocimiento y el empoderamiento personal. Además, dejamos de interiorizar tanto el sexismo que nos rodea.
- Mayor autonomía y satisfacción vital: al salirnos de los mandatos relacionados con la sumisión y la pasividad y fomentando la autenticidad.
- Relaciones más saludables: gracias a una mayor comprensión de los roles y expectativas de género, y una revisión de la construcción de la feminidad.
- Conciencia social: que permite una visión crítica del entorno y fortalece el compromiso con la justicia social.
Conclusiones
Este enfoque fomenta un cambio profundo en la manera en que las personas se ven a sí mismas y a su entorno, generando un impacto en su calidad de vida y bienestar general.
En conclusión, la psicología feminista es un enfoque transformador que aborda la salud mental desde una perspectiva inclusiva y comprometida con la igualdad de género. Al considerar el contexto social y cultural de las personas, ofrece herramientas poderosas para el crecimiento personal y el cambio social. Su impacto se extiende más allá de la terapia individual, contribuyendo a una sociedad más justa, equitativa y comprensiva.