El Síndrome de la Impostora: Causas, Consecuencias y Cómo Afrontarlo

El Síndrome de la Impostora

El Síndrome de la Impostora: Qué es y Cómo Afrontarlo

El síndrome de la impostora es un fenómeno psicológico que afecta especialmente a las mujeres, generando una sensación persistente de no ser lo suficientemente competentes a pesar de los logros alcanzados. Acompáñame a explorar sus causas, consecuencias y estrategias propuestas para sobrellevarlo mejor.

¿Qué es el síndrome de la impostora?

El síndrome de la impostora es una experiencia interna caracterizada por dudas constantes sobre la capacidad propia y el miedo a ser «descubierta» como un fraude, a pesar de evidencias de éxito y competencia. Es por lo tanto un miedo de fondo, como si tuviéramos algo que ocultar, como si nos fueran “a pillar” no está muy claro en qué, y que nos mantiene ocupadas comparándonos y llegando siempre a la conclusión de que otras personas lo hacen mejor que nosotras.

Definición y contexto histórico

El concepto fue desarrollado por las psicólogas Pauline Clance y Suzanne Imes en la década de 1970. Inicialmente, se centraron en mujeres exitosas que, a pesar de sus logros, atribuían su éxito a la suerte o al esfuerzo excesivo, en lugar de reconocer sus habilidades.
Este síndrome no es un trastorno clínico reconocido, pero está ampliamente estudiado en psicología debido a su impacto negativo en la autoestima, el rendimiento laboral y el bienestar general.

Causas del síndrome de la impostora

El síndrome de la impostora (si es que se lo quiere llamar síndrome, y aquí el debate está servido) surge de una combinación de factores personales, sociales y culturales en la que el género está muy presente.

Factores sociales y de género

  • Estereotipos de género: Las expectativas sociales sobre el rol de las mujeres en la sociedad generan inseguridades sobre las propias capacidades profesionales y académicas. Esto se observa ya desde edades tempranas, mientras todavía se está cursando la educación obligatoria.
  • Socialización temprana: Desde la infancia, muchas mujeres son educadas para ser modestas y evitar destacar, lo que puede influir en su autopercepción. Y puesto que tener éxito significa ser más visible, a menudo se rehúye para evitar sentirse juzgadas. Por otro lado, las mujeres no hemos sido educadas para condensar el poder, en un mundo regido por las jerarquías.
  • Baja autoestima y autoexigencia: consecuencia a su vez de toda esta socialización de género.
  • Presión por el éxito: La cultura actual de la productividad constante y el perfeccionismo puede exacerbar el miedo al fracaso.
  • Comparación constante: Las redes sociales y los entornos competitivos fomentan comparaciones poco realistas, reforzando la sensación de no estar a la altura. Esto no sucede únicamente con la presión estética (también muy ligada al éxito en nuestras sociedades).

Factores familiares

  • Sobreexigencia: Cuando el entorno familiar demuestra ser muy crítico y poco afectuoso, con un cariño más bien condicionado a los éxitos de sus miembros, es más probable que se desarrolle el sentimiento de impostura en la edad adulta.
  • Infravaloración: Si el entorno más cercano infravalora, a menudo la reacción más habitual es vivir tratando de demostrar que sí valemos.
  • Sobrevaloración: También puede suceder lo contrario, en el caso de una mujer que ha crecido escuchando grandes alabanzas sobre sus acciones, sin un feedback ajustado a la realidad.

 

síndrome de impostora

Impacto del síndrome de la impostora en la salud mental

El síndrome de la impostora no solo afecta la percepción del éxito, sino que también tiene consecuencias significativas en la salud mental y emocional.

Estrés y autoexigencia

  • Ansiedad crónica: La preocupación constante por no cumplir con los estándares puede llevar a un estado de ansiedad persistente.
  • Procrastinación y agotamiento: El miedo al fracaso puede causar dilación en proyectos importantes o llevar a jornadas interminables de trabajo para compensar la supuesta «falta de capacidad».
  • Baja autoestima: La incapacidad para reconocer los propios logros genera inseguridad y falta de confianza.
  • Perfeccionismo: La búsqueda de la perfección, motivada por el miedo al juicio, contribuye a una carga emocional significativa.

Cómo superar el síndrome de la impostora

Existen tantos factores sociales y estructurales que afectan al síndrome de la impostora, que resulta muy difícil de sobrellevar. Es más, no parece realista pensar en que sea algo “a superar”. Sí podemos suavizar sus efectos mediante estrategias prácticas que promuevan el autoconocimiento y la confianza personal.

Estrategias para fortalecer la autoestima

  1. Agradece a tu mente y haz balance: Podemos darle las gracias a nuestra mente, que nos avisa de un posible peligro, para luego hacer un balance honesto de la situación y concluir si realmente podemos o no afrontar el reto que tenemos por delante.
  2. Reconoce tus logros: Lleva un registro de tus éxitos, por pequeños que parezcan. Revisa esta lista cuando dudes de tus capacidades.
  3. Reformula tus pensamientos: Cuestiona creencias limitantes y reemplázalas con afirmaciones positivas y realistas.
  4. Evita compararte: Concéntrate en tu propio progreso y establece metas personales alcanzables.
  5. Acepta los errores: El fracaso es una parte natural del aprendizaje. Considera los errores como oportunidades de crecimiento.
  6. Practica la autocompasión: Trátate con amabilidad y comprensión, como lo harías con un amigo cercano.
  7. Comparte tu vivencia con otras mujeres: Seguramente te sorprendas de la cantidad de mujeres que se sienten igual que tú. Este compartir nos hace sentir menos solas y descubrir hasta qué punto se trata de algo estructural, que no tiene tanto que ver con nosotras como con el mundo en el que vivimos.

La importancia del apoyo profesional

En algunos casos, el síndrome de la impostora nos bloquea hasta tal punto que sentimos que no llevamos la vida que nos gustaría.
En tal punto puede ser interesante recurrir a la terapia para aprender bajo qué formas nos afecta en nuestro caso particular y poder abordarlo.

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