Terapia en separaciones de pareja

Separaciones y rupturas de pareja

Los duelos por ruptura o separación de pareja constituyen una de las experiencias más habituales en terapia psicológica.

Tanto si nos han dejado como si decidimos dar el paso, se trata de un momento emocional delicado y en ocasiones desgarrador.

Una ruptura nos enfrenta a cambios de distinto tipo, a la incertidumbre del futuro, a diversos miedos y problemas de autoestima.

Aunque hablemos de “duelo por ruptura”, en realidad se trata de muchos duelos que operan a la vez: duelo por la pérdida de la pareja, pero también duelo por proyectos de futuro que ya no se darán, duelo por ciertas personas que desaparecen como amistades en común o familiares de la expareja, duelo por esa parte de nuestra identidad que estaba tan anclada a la pareja, etc.

Cada ruptura es única y sus duelos asociados también.

Cómo saber si debo romper con mi pareja

Que no te asusten las dudas.

No significan necesariamente que debas o que quieras romper con tu pareja. Esta, en cualquier en caso, es una decisión que no se debe tomar a la ligera.

Las dudas son de lo más normal y cumplen una función: ayudarnos a cuestionar nuestras decisiones y nuestras realidades. Está bien que aparezcan y no hay por qué temerlas.

Esto a veces ocurre porque nos han enseñado el mito romántico que nos intenta hacer creer que “cuando aparece la persona indicada, lo sabes y lo tienes claro”.

No. Es posible que haya personas que nunca te lo hayan dicho, pero todo el mundo duda de sus relaciones de pareja de vez en cuando. Y es que no hay relaciones perfectas y además, todas son cíclicas y pasan por momentos buenos y no tan buenos.

No hay que tener miedo de dudar, pero tampoco de ser honestas con nosotras mismas.

La cuestión es más bien la siguiente ¿hasta dónde llegan mis dudas? ¿mis dudas surgen de vez en cuando y en momentos muy concretos? O más bien ¿me acosan día y noche?

Ahora bien ¿quieres a tu pareja?

  • ¿qué te une a tu pareja? ¿es el amor o solo el miedo a dañar?
  • ¿hay un desequilibrio en vuestro grado de compromiso e implicación?
  • ¿en tu relación nunca hay momentos placenteros?
  • ¿no te sientes segura?
  • ¿te pasas el día preocupada por hacerla funcionar?
  • ¿sientes ansiedad?
  • ¿cómo notas tu autoestima cuando estás con tu pareja?
  • ¿sientes que tu pareja no está contigo por los motivos adecuados? ¿y tú?
  • ¿te ves bien en esta relación a largo plazo si las cosas siguen como hasta ahora?

Ten en cuenta que incluso aunque respondas de forma desfavorecedora a todas estas preguntas tal vez no signifique que tengas que dejar la relación, pero sí hacer cambios en ella, si es posible.

Pero también que entiendas que no es necesario (ni recomendable) esperar a que haya un conflicto grave para separarse.

A las mujeres a veces nos cuesta auto-legitimar los motivos por los que hacemos ciertas cosas, ya que nos han deslegitimado toda la vida, pero es importante tratar de hacerlo. Y con amigas y compañeras, mejor.

(Mención aparte merecen esas relaciones en las que no nos sentimos a salvo, ni libres, cuidadas, ni respetadas, porque entonces puede ser señal de control y violencia.

Por favor, si consideras que es tu caso y que estás siendo víctima de violencia, agresiones o vives una situación urgente, contacta con algún servicio público –recursos para la Mujer, teléfonos gratuitos, centros de salud, etc.).

Cómo afrontar una ruptura

En primer lugar, no es lo mismo afrontar una ruptura que he elegido yo (aunque sienta que no tenía más remedio y no era lo ideal) que una ruptura en la que me han dejado a mí.

La autoestima va a sufrir en cualquiera de los casos, pero en general se experimentarán emociones y desafíos diferentes.

Si has dejado tú la relación es probable que te sientas culpable, que tengas dudas sobre si ha sido o no la mejor decisión, miedo al futuro y al arrepentimiento, entre otros. Aunque también es posible que sientas alivio e ilusión. Todas esas emociones agradables y desagradables pueden convivir al mismo tiempo.

Si te han dejado seguramente esté más presente el dolor, la pena, la baja autoestima e incluso la rabia (especialmente si te ha sorprendido o si la ruptura estaba rodeada de otros factores amenazadores como una infidelidad o la existencia de una tercera persona en general).

¿Es siempre necesario un contacto 0?

No hay una respuesta sencilla a esta pregunta, porque no depende únicamente del tiempo transcurrido tras la ruptura.

Cuando hablamos de contacto 0 nos referimos a la estrategia por la que una persona deja de contactar por cualquier vía e incluso impide que la otra contacte: encuentros, llamadas, mensajes, emails, interacciones a través de redes sociales, revisión de fotos u objetos de la otra persona o compartidos e incluso lugares asociados.

En general te haría las siguientes preguntas:

¿Cómo te has sentido cuando han pasado unos días sin contactar con tu ex?

¿Cómo te sientes cuando hay contacto?

Si tu respuesta es cuando no he sabido nada me he sentido mal pero poco a poco también me he notado cada día un poco más serena.

Y cada vez que contactamos me desestabilizo.

Creo que tú sabes lo que necesitas, aunque cueste y a veces debamos intentarlo varias veces o establecer un plan de ensayo-error.

No siempre es posible establecer un contacto 0 porque se comparten hijxs o bien algún otro tipo de responsabilidad (o incluso se trabaja en la misma oficina). En estos casos es importante sopesar la posibilidad de tomar decisiones que nos alejen, al menos temporalmente o bien que nos minimicen los contactos.

Separaciones con hijxs

Cuando las rupturas se producen con hijxs en común, todo se torna más complejo.

Muchos miedos suelen tener que ver con el bienestar infantil y con nuestra valía como madres. También es posible que temamos o anticipemos el momento en que nuestra ex­-pareja vuelva a tener pareja (o nosotras mismas).

Algunas ideas generales a tener en cuenta:

  • Las separaciones como tal no traumatizan. Por supuesto que duelen y suponen un gran reto como familia, pero no tienen por qué dañar. Es la mala gestión de las separaciones lo que puede provocar daños emocionales.
  • Es importante adaptar las explicaciones a su edad y momento evolutivo.
  • No debemos hacer como si no se dieran cuenta de que algo pasa. Debemos dar información adaptada y consensuada para evitar que imaginen cosas o que se dispare su ansiedad.
  • Aunque es posible que lxs peques nunca dejen de esperar que sus padres/madres vuelvan a ser una pareja, siempre van a estar mejor en un hogar separado que en un hogar que “aguanta por ellxs” a pesar de la infelicidad o los conflictos.
  • Las familias que se separan no dejan por ello de ser familia y esto es algo que se les debe transmitir.
  • Con comunicación, paciencia y empatía se consiguen muchas cosas.
  • No esperes no cometer ningún error: eres humana. Lo más importante será tu capacidad para darte cuenta, reparar, enmendar y no reincidir.

Terapia en separaciones

A pesar de no ser imprescindible una terapia para hacerle frente, ya que no se trata de ningún trastorno psicológico, sí puede ser recomendable, ya que se trata de una situación especialmente dolorosa, en general.

Los objetivos de la terapia suelen enfocarse en ayudarnos a procesar el sufrimiento y a transitar las diferentes etapas del duelo, así como para gestionar ciertas crisis personales que lo puedan acompañar.

Si quieres que valore personalmente tu situación y te ayude a transitar la ruptura o separación de pareja, puedes pedir una valoración totalmente gratuita: